Japón no registró ninguna muerte de COVID-19 el domingo por primera vez en 15 meses, en medio de un rápido descenso de los contagios en el país.
Las autoridades sanitarias dijeron el lunes que no se habían producido muertes por coronavirus el día anterior. La pandemia se ha cobrado en Japón un total de 18 mil 310 vidas.
El país levantó el lunes las restricciones de entrada para estudiantes extranjeros, trabajadores y viajeros de negocios para estancias breves que hayan completado su vacunación, tengan planes de actividad garantizados por contactos locales y pasen 10 días en aislamiento voluntario.
La cuarentena para ciudadanos japoneses y residentes extranjeros también se redujo a tres días, respecto a los 10 anteriores.
El último día sin muertos de COVID-19 en Japón fue el 2 de agosto de 2020, según el Ministerio.
Japón sufrió varias olas de contagios, incluida una impulsada por la variante delta el pasado verano, cuando los casos diarios alcanzaron los 25 mil. El sistema de salud estuvo cerca de colapsar y decenas de miles de pacientes que no pudieron conseguir camas de hospital tuvieron que recuperarse en casa. En Tokio, los nuevos casos diarios casi llegaron a 6 mil.
Los casos en el país empezaron a caer en septiembre. Los expertos han atribuido el declive al avance de la vacunación, así como el empleo generalizado de mascarillas y desinfectantes, entre otros motivos.
Pese a un lento inicio, las vacunaciones en Japón se aceleraron en junio y ahora casi el 74 por ciento ha completado su inmunización. El gobierno tiene previsto comenzar con las dosis de refuerzo en diciembre y adquirir medicamentos recién desarrollados para tratar el COVID-19.
Japón está reabriendo de forma gradual la actividad social y económica, aunque los expertos advierten contra levantar las restricciones demasiado deprisa.
El doctor Shigeru Omi, que lidera un comité de coronavirus del gobierno, insistió en la necesidad de identificar los primeros indicios de cualquier nuevo brote y tomar medidas rápidas.