Durante las últimas semanas el diputado federal del Partido Revolucionario Institucional, Jericó Abramo Masso ha destacado por ponerse en contra de lo que él mismo llamó “la cúpula del PRI”, asegurando que para las próximas elecciones a gobernador en Coahuila el partido los “traicionaría”; pero la traición parece que se consolidará por el mismo diputado.

Hace apenas unos días el funcionario manifestó sus deseos para competir por el cargo de gobernador en la siguiente contienda electoral, pero el apoyo del PRI fue inexistente.

Ahora todo señala que Jericó prepara su salida del partido tricolor para sumarse a las filas de Morena, sin importarle que fue el PRI quien lo llevó a ser alcalde de saltillo y diputado federal en tres ocasiones.

Ayer se dio a conocer una fotografía de Jericó junto con el lagunero Ricardo Mejía Berdeja, el mismo que ya resuena como candidato a la gubernatura del estado por Morena. Aunque la excusa de la reunión que sostuvieron fue revisar temas de seguridad, al parecer en realidad comenzaron a planear la inclusión del diputado a las filas de Morena.

Lo que el aún diputado no considera es que para entrar en la militancia con Morena deberá esperar a ser bienvenido, cuestión que parece sumamente difícil hasta el momento y no se vislumbra un recibimiento con los brazos abiertos.

Lo que debería preocuparle a Jericó son los cabos sueltos que dejó cuando era alcalde; al parecer ya le están rascando y van saliendo autorentas y violaciones de derechos humanos que le fueron tapadas en su momento.

Tampoco parece que Abramo Masso pueda volver a las colonias de la capital coahuilense que le dieron su voto en las pasadas elecciones. Al confirmarse la traición del funcionario, el rechazo por parte de la ciudadanía no se dejará esperar y posiblemente será recibido con huevazos por parte de los saltillenses.