Una juez dictó prisión preventiva, por riesgo de fuga, en contra de la ex presidente interina de Bolivia, Jeanine Añez, acusada de Terrorismo y Sedición, relacionada con la crísis política en la que hubo al menos 36 personas muertas y en la que se obligó la renuncia del entonces presidente Evo Morales, en 2019.
La juez Regina Santa Cruz no solo decidió acceder a la petición de la fiscalía boliviana para que la ex mandataria permanezca detenida en la cárcel para mujeres de La Paz, sino que ordenó también arrestar a dos de sus ex secretarios, por representar un riesgo para obstaculizar el proceso en su contra.
A las afueras de las instalaciones de la policía en La Paz, donde se encontraban detenidos los tres acusados, al menos un centenar de personas se reunieron para protestar con carteles y pancartas en los que recriminaban a los ex funcionarios acusados por los fallecidos durante aquellos tensos días.
Minutos antes de la audiancia, en la que la juez determinó que se trasladara a la cárcel, la ex presidente Jeanine Añez declaró a la prensa que su detención se trata de una arbitrariedad y que se busca criminalizar la «pacificación del país», además de que pidió que se le diera un trato de corte.
No obstante, la ex presidente derechista de 53 años, ha recibido mensajes de apoyo por parte de algunos políticos opositores al actual gobierno, emanado por cierto del partido del ex presidente Evo Morales, algunas organizaciones de derechos humanos e incluso de la Conferencia Episcopal, quienes han pedido la libertad de Añez.
La política derechista de 53 años ha sumado apoyo de políticos opositores, de organizaciones de derechos humanos e incluso de la iglesia, a través de la Conferencia Episcopal Boliviana que han pedido la libertad de la exmandataria.
Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió desde Nueva York a los bolivianos «consolidar la paz», además de exigir un «debido proceso» para los acusados.
La Unión Europea, a través del representante de Asuntos Exteriores, Josep Borrel, abogó por le «diálogo y la reconciliación» en Bolivia, al tiempo que pidió resolver los conflictos en el marco de la transparencia y la justicia, y dejar de lado las pesiones políticas.
Por su parte, opositores al gobierno han acusado al ex presidente Evo Morales, de alentar estas detenciones, calificándolas de una «vendetta política».
En respuesta, Evo Morales pidió que se investigue y se sanciones a los autores y cómplices de «la dictadura», como se refirió al gobierno interino de Jeanine Añez.