En Missouri, Estados Unidos, Jacquelyn Renee Powers fue detenida por las autoridades tras la muerte de su hija de 14 años, quien falleció al ingerir accidentalmente una dosis de fentanilo. Según las investigaciones, la madre confundió la sustancia con oxicodona, un analgésico recetado.
La tragedia ocurrió después de que la menor se quejara de dolor de muelas. Powers, creyendo que le estaba administrando un medicamento adecuado, le dio una pastilla que había obtenido previamente a través de intercambios con su propia madre.
Los reportes del condado de St. Louis indican que la madre realizaba estos intercambios de medicamentos con la intención de evitar sustancias que consideraba más riesgosas. Sin embargo, no está claro si sabía que las pastillas contenían fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente y peligroso.
El fentanilo es usado en contextos médicos bajo estricta supervisión para tratar dolores severos, pero su uso indebido ha generado una crisis de salud pública debido a su capacidad para causar sobredosis fatales incluso en dosis mínimas.