La multitud del moderno estadio SoFi estalló tan pronto como se quitó la chaqueta de calentamiento para escuchar las instrucciones finales de Jaime Lozano.
Se ha convertido en el nuevo «consentido» de la afición y ha demostrado que no tiene precio.
Para ganar la novena Copa Oro de la Tricolor, Santiago Giménez salió de la banca para dirimir un cerrado partido ante Panamá.
El triunfo dramático (1-0) se logró gracias a un joven jugador que, debido a su gran popularidad entre los hinchas tricolores, poco a poco va ganando un lugar en la selección nacional.
El ferviente aplauso que siguió al pitido final lo dejó muy claro. Un «Bebote» que marca goles de adulto ha ayudado a la Selección Mexicana a recuperar su preeminencia en la Concacaf porque él determinaba el resultado.
Giménez aprovechó la excelente jugada de Edson Álvarez en su área para preparar a un defensa rival cuando parecía que los canaleros forzarían la prórroga. Para un goleador, el tiempo restante era rutinario en todos los sentidos. Ganaron la Copa de Oro con un final espectacular (87′).
Panamá sorprendió al equipo dirigido por Lozano en los primeros minutos al presionarlo de inmediato. Los mexicanos, que tardaron en hacerse con el balón, no pretendían que eso sucediera.
Cuando lo hicieron, a base de toques de primera intención, triangulaciones y la velocidad de individuos como Orbelín Pineda y Uriel Antuna, generaron algunas llegadas de gol en la portería canalera.
Además de que el gol de Henry Martín fue anulado por fuera de juego por el propio delantero del América al combinar un despeje de Guillermo Ochoa, el Tricolor obligó a trabajar a Orlando Mosquera, particularmente en ese remate de Pineda que salvó con mucha destreza, para luego negar el contragolpe de Martín.
Aunque había 72.963 espectadores en las gradas del estadio SoFi, los centroamericanos lograron acelerar el corazón de muchos de ellos.
El Tricolor hace su debut agridulce en uno de los estadios más vanguardistas del mundo, compitiendo con los Dallas Cowboys para albergar la final de la Copa del Mundo en 2026.
El festejo de un equipo en el que «Jimmy» podría quedarse porque cumplió estuvo acompañado de los acordes de «El Rey», interpretados por el inmortal Vicente Fernández.