Militantes acusan a Calderón de fracturar al PAN

El Partido Acción Nacional (PAN) cumple años entre claroscuros. Por un lado, celebra la apertura democrática que generó hace 81 años al constituirse como un contrapeso al Revolucionario Institucional (PRI). Y por otra parte, su aniversario es motivo de reflexión después de haber atravesado una de sus peores crisis internas ocurrida durante el sexenio (2006-2012) de Felipe Calderón Hinojosa.

“El PAN es el único partido, hoy en día, al que puedes identificar en su doctrina y en su pensamiento”, ya que ningún otro partido tiene su riqueza cultural e ideológica, dijo a SinEmbargo el analista político y militante panista Juan José Rodríguez Prats.

Pese a que el partido es congruente con los principios que le dieron forma el 15 de septiembre de 1939, y a pesar de contar con “una basta experiencia” en elecciones locales y nacionales, tanto Rodríguez Prats como el exgobernador panista Ernesto Ruffo Appel coincidieron en que el blanquiazul tiene defectos que van desde la acción política, hasta la convivencia interna de la organización.

De acuerdo con Ruffo Appel, un ejemplo de las deficiencias del partido es la “experiencia polarizante” que el PAN ha vivido desde 2006-2007, cuando el entonces Presidente Calderón “lesionó, manipuló, manoseó y buscó dominar” la vida interna del partido.

“Se entrometen las cosas, se sobreponen. Los presidentes de la República, en menor o mayor grado, pretenden mandar al interior del partido y entonces dislocan la vida estatutaria interna”, dijo al respecto el primer gobernador panista en la historia de México.

Para Ruffo Appel, la experiencia polarizante no se limita al PAN, sino que es una circunstancia por la que atraviesan todos los partidos políticos que ejercen el poder, por lo que el reto permanente a nivel nacional es que el interés público no quede supeditado a los intereses personales o de grupo.

“En el Gobierno de Felipe Calderón, él dominó al partido, lo aplastó y lo avasalló, cosa que no hizo Vicente Fox Quesada, que respetó al PAN, curiosamente, siendo Felipe Calderón mucho más panista”, coincidió Rodríguez Prats.

Para los militantes panistas, una de las consecuencias de la ruptura interna como la que se vivió entre los sexenios de Fox y de Calderón, o la que se fraguó durante el proceso electoral de 2018 entre el exdirigente nacional panista Ricardo Anaya Cortés y éste último, es la generación de confusión entre la militancia partidaria.

Con Calderón, explicó Ruffo Appel, “se traslaparon las realidades de la vida interna del partido con la vida del mismo gobierno. Hubo y hay todavía confusión entre lo que es la realidad del partido y lo que es la realidad del gobierno”. Ello implica que muchos militantes “sienten que el partido es una organización para ejercer el poder público, y no para servir”, abundó.

Pese a los tropiezos, Rodríguez Prats y Ruffo Appel reconocieron que “la transición hacia la democracia no sería concebible sin el PAN”, máxime considerando que “haber creado hace 81 años un partido político fue una gran hazaña”, ya que el PAN contribuyó a que desapareciera el PRI como el partido de Estado, además de que el blanquiazul rompió en el año 2000 con la hegemonía priista que databa de 1929.

Rodríguez Prats también recordó que, así como han habido errores, han habido buenos gobiernos panistas a nivel estatal, como en los casos de Ernesto Ruffo Appel (BCN 1989-1995), Héctor Terán Terán (BCN 1995-1998), Fernando de Jesús Canales Clariond (NLE 1997-2003) y Francisco Barrio Terrazas (CHH 1992-1998).

“Fox también tiene muchos aciertos. A Fox se le ha juzgado con mucha severidad. Yo creo que Fox hizo un buen gobierno; y tan es así que entregó el gobierno a un panista”, explicó el exdiputado blanquiazul.










Información vía: Sin Embargo

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