El futbolista portugués Diogo Jota y su hermano André Filipe Teixeira da Silva fallecieron calcinados la madrugada del 3 de julio en un accidente automovilístico en la autovía A-52, a la altura de Cernadilla, provincia de Zamora, España. El hecho causó conmoción en el mundo del deporte, especialmente en el fútbol europeo, donde ambos eran reconocidos.

Según informó la Guardia Civil, el Lamborghini en el que se desplazaban sufrió la rotura de una rueda durante una maniobra de adelantamiento, lo que provocó que el vehículo se saliera de la vía y se incendiara de inmediato. Ambos hermanos murieron en el acto, atrapados dentro del automóvil en llamas.

El siniestro ocurrió a la altura del kilómetro 65,3 de la A-52, una carretera de alta circulación. El fuego no solo destruyó por completo el vehículo, sino que también alcanzó la vegetación cercana. Bomberos de la Diputación de Zamora lograron sofocar las llamas, mientras equipos forenses y policiales realizaron las primeras diligencias.

Las primeras imágenes del accidente, registradas por testigos, muestran los restos calcinados del automóvil, prácticamente irreconocibles, esparcidos al costado de la vía. En el lugar se desplegaron agentes, peritos y personal de emergencia, que acordonaron la zona para llevar a cabo tareas de rescate y análisis.

Debido al estado de los cuerpos, el Instituto de Medicina Legal de Zamora inició el proceso de identificación mediante huellas dactilares y pruebas de ADN, cuyos resultados serán confirmados por laboratorios en Madrid. Las autoridades españolas trabajan en colaboración con representantes diplomáticos portugueses.

Diogo Jota, de 28 años, era delantero del Liverpool FC desde 2020 y una de las figuras de la selección portuguesa. Inició su carrera en el Paços de Ferreira y pasó por Atlético de Madrid, Porto y Wolverhampton antes de consolidarse en la Premier League. Apenas once días antes del accidente, se había casado con su pareja, Rute Cardoso.

Su hermano, André Filipe Teixeira da Silva, de 26 años, jugaba como mediocampista en el Penafiel, club de la segunda división de Portugal. Ambos se encontraban en España disfrutando de unos días de descanso, previo a reincorporarse a sus compromisos deportivos.

La noticia provocó un inmediato impacto en el ambiente futbolístico. El Liverpool FC publicó un comunicado lamentando la pérdida y expresó su apoyo a la familia. La Federación Portuguesa de Fútbol pidió guardar un minuto de silencio en todos los partidos del fin de semana, incluyendo el encuentro entre Portugal y España por la Eurocopa femenina.