Miss Universo es un certamen de belleza que da fama internacional a la joven que gana la corona, pero también es uno de los más criticados por sus reglas y por promover un estándar de belleza que pocas mujeres pueden alcanzar. Evoluciona con el tiempo, y la versión 2023 es un claro ejemplo de ello.
Una de las reglas que persistía antes de la carta era que los solicitantes del título debían ser solteras, sin matrimonios previos o estar casadas en el momento del concurso. Pero este año la cosa cambió y, por primera vez, tres participantes son casadas y hasta madres de familia.
La representante de Colombia, María Camila Avella Montañez, es una joven de 28 años, licenciada en Periodismo y Comunicación Social por la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, está casada con Nassif Kamle, un empresario árabe, y está criando a una hija, Amelia, que tiene menos de dos años.
Lo mismo ocurre con la guatemalteca Melanie Michelle Cohn Beck, de 28 años, quien se convirtió en la primera madre en aspirar a la corona de Miss Universo al coronarse Miss Guatemala.
Estudió Imagen Pública y Medios en la Universidad Galileo y está casada con Andrés Mathieu desde 2016. Son padres de Luca, de seis años, y de una hija de dos.
“No me siento tan presionada, aunque sí siento que estoy en el ojo del público por ser la primera madre electa, pero sé que va a haber más, para que juntas podamos dar ese mensaje de que las mujeres somos capaces de todo”, dijo Melanie a E! News.
Representación Trans en Miss Universo
Al ser la primera generación en participar en el certamen de Miss Universo bajo las nuevas reglas, la persona que hará historia en este certamen es Rikki Kolle, una modelo trans que representa a Países Bajos. A los 22 años participó en varios concursos de modelaje, entre ellos Holland’s Next Top Model o Elite Model Look, donde se valoró su talento.
Su transición comenzó cuando tenía ocho años y terminó cuando se sometió a una cirugía de reasignación de sexo en enero de este año. Marina Machete Reis, de 28 años y natural de Lisboa, fue coronada Miss Portugal hace apenas un mes, convirtiéndose en la primera mujer transgénero en ostentar el título en su país. Es azafata de profesión y trabaja activamente en su país de origen. Por ejemplo, desde una perspectiva medioambiental, participó en el Solaris Challenge para plantar millones de árboles e hizo campaña contra el acoso y la discriminación.