La niña venezolana, Maikelys Espinoza, de dos años de edad y quien permanecía retenida por el Gobierno de Estados Unidos, retornó el miércoles a Venezuela, donde fue recibida por autoridades del país sudamericano.
La menor fue separada de su madre poco antes de ser deportada de territorio estadounidense a Venezuela, en un hecho que las autoridades de la nación sudamericana calificaron en su momento como «secuestro».
Maikelys retornó a territorio venezolano en un avión de matrícula estadounidense que aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas, junto con 226 migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos, entre ellos siete niños y 37 mujeres.
La primera dama venezolana, Cilia Flores, agradeció en el lugar la solidaridad con la menor manifestada por el pueblo, y señaló que el Gobierno se «mantuvo firme» para su retorno.
A su vez, el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Diosdado Cabello, declaró que fue «una batalla» de todos los días y se tuvo «una gran victoria».
Cabello expresó que la niña «jamás debió ser separada de sus padres» y hora el Gobierno de Estados Unidos debe «reconocer los errores que ha cometido».
Desde febrero pasado se han intensificado los vuelos de migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos.