Ticketmaster aseguró que no sobrevendió ni hubo sobrecupo para los conciertos de Bad Bunny en la Ciudad de México, especialmente en el pasado viernes 9 de diciembre donde al menos mil 600 jóvenes se vieron afectados, de acuerdo con el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, quien en entrevista con Ciro Gómez Leyva acusó que la empresa emitió boletos dobles.
“Lo que pudimos constatar es que Ticketmaster, que es el único responsable, emitió por lo menos mil 600 boletos dobles, en otras palabras, sobrevendió el concierto”, aseguró esta mañana.
Sin embargo, Ticketmaster rechazó esa versión y aclaró que la demanda de boletos para los conciertos de Bad Bunny en la Ciudad de México fue “la más alta de la historia del país” con el registro de más de 4.5 millones de personas en búsqueda de una entrada de las 120 mil localidades disponibles en el Estadio Azteca sumadas para las dos fechas.
Reiteró que en el primer concierto de Bad Bunny, el pasado viernes 9 de diciembre, se presentaron en los accesos del estadio “una cantidad sin precedentes de boletos falsos”, los cuales, puntualizó, fueron adquiridos fuera de sus canales oficiales.
Agregó que esta situación no sólo generó confusión en el personal del control de accesos, sino que también provocó la intermitencia temporal en el sistema de lectura de boletos, a lo que se debió que varias entradas compradas legítimamente fueran rechazadas.
“Ticketmaster tomó todas las medidas tecnológicas y logísticas necesarias para evitar que en el concierto del sábado se repitiera lo sucedido la noche anterior”, señaló luego de que el titular de Profeco dijo que el problema se redujo en la segunda fecha del puertorriqueño y la cifra de afectados fue mucho menor, con lo que se trataba de un problema interno de la empresa.
“Este trabajo técnico fue lo que garantizó el aforo eficiente del recinto y la funcionalidad del sistema de lectura de boletos”, destacó.
Se pronunció en contra de la reventa de boletos y aseguró que no participa en ella, por lo que llamó a los consumidores a evitar la compra en reventa “ante los evidentes riesgos de ser objeto de fraudes”.