Luego de que la cadena de televisión BBC de Londres diera a conocer videos en los que la princesa Latiga bin Mahammad al Maktum, hija del emir de Dubái, asegura que se siente «rehén» de su propia familia y alertó que estaba encerrada en una mansión con vigilancia todo el tiempo, la oficina de Derechos Humanos de la ONU, solicitó a las autoridades de Emiratos Árabes Unidos, pruebas de que la princesa se encuentre con vida.
A través de la oficina de la Alta Comisionada, Michelle Bachelet, la ONU se planteó dudas a la presentación emiratí en Ginebra, a la que reclamó expresamente una prueba de vida que aún no ha sido recibida.
«Todavía no», ha reconocido este viernes el portavoz Rupert Colville al ser interrogado en rueda de prensa sobre la obtención de dicha prueba, según la BBC.
Las versión oficial de Emiratos Árabes Unidos, se limita a un mensaje difundido en febrero y en el que se aseguraba que Latifa estaba «atendida en casa, apoyada por su familia y profesionales médicos».
La princesa intentó por primera vez escapar de Dubái cuando aún era adolescente, pero su caso dio la vuelta al mundo en 2018, después de que abandonase el país en un barco junto a una antigua monitora.