El expresidente Enrique Peña Nieto negó tajantemente haber recibido sobornos relacionados con la venta del software espía Pegasus durante su mandato, calificando como “totalmente falsas” y “carentes de sustento” las acusaciones que han circulado en medios nacionales e internacionales. Las declaraciones surgieron tras la publicación de un reportaje del medio israelí The Marker, que recoge el testimonio de dos empresarios que aseguran haber entregado 25 millones de dólares al entorno del entonces presidente.
En entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, Peña Nieto afirmó que estas versiones buscan dañar su imagen y que no teme una investigación penal en su contra. “Una más, no es la primera. Puedo afirmar que me entregué como presidente de la República a servir a México”, expresó.
Peña Nieto también criticó el manejo periodístico de la información, señalando la falta de rigor en los medios que lo vincularon directamente con el caso. “El reportaje de The Marker no me menciona de forma directa”, dijo, al tiempo que calificó la publicación como “dolosa” y sin objetividad.
Respecto a las acusaciones sobre contratos gubernamentales entregados a cambio de los supuestos pagos, el exmandatario respondió: “Fui presidente, goberné un país”, y desestimó haber intervenido directamente en la asignación de contratos. Además, aclaró que su nombre puede aparecer en distintos juicios entre particulares sin que eso implique responsabilidad directa.
La polémica se desató luego de que The Marker publicara que los empresarios israelíes Avishai Neriah y Uri Ansbacher habrían entregado dinero a cambio de contratos durante el gobierno de Peña Nieto, entre 2012 y 2018. Aunque los documentos judiciales no lo mencionan por nombre, se refieren a un funcionario identificado como “N”, lo cual generó especulación mediática.
Ansbacher ha sido relacionado con la comercialización de Pegasus, software desarrollado por NSO Group, usado en México para espiar a periodistas, activistas y opositores políticos. El escándalo estalló en 2021, cuando una investigación internacional reveló que más de 50 mil números, incluidos 15 mil en México, habrían sido seleccionados como posibles objetivos de espionaje.
Peña Nieto, quien reside fuera del país, también habló sobre la posibilidad de regresar eventualmente a México con fines personales, pero advirtió sobre los riesgos de que su presencia genere polémica. “Óptimo sería normalizar que los expresidentes tengan su asiento en México… Que la presencia no suponga que tengas presencia activa”, afirmó.









