De acuerdo con un reportaje publicado este día por el diario El Financiero, el programa sembrando vidas, que tiene como objetivo la plantación de árboles frutales y maderables con el fin de crear una industria que favorezca al progreso de algunas zonas pobres en el sureste de México.
Sin embargo, las buenas intenciones de este programa, parecen quedar en segundo plano, luego de que más que sembrar árboles, parece que se han dedicado a la tala de las selvas, como lo demuestra esta foto tomada en la península de Yucatán.

Según el reportaje, en los gobiernos anteriores, a los propietarios de las tierras, se les pagaba por cuidar los árboles de la selva que estuvieran en sus propiedades, a través de un programa que fue recortado cuando comenzó el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Esto es lo que hace Sembrando Vida”, dijo José, un campesino local, pateando un tronco negro. Pidió no revelar su apellido por temor a perder los fondos del Gobierno por criticar el programa.
Según el testimonio de los lugareños, el nuevo modelo del programa, incentiva a los propietarios a deforestar y quemar sus tierras para prepararse para la forestación de estos árboles maderables o frutales, a fin de recibir el recurso del gobierno federal.
“En muchos lugares la gente se fue a decir: ‘Bueno, yo tenía mi hectárea de selva, pero viene el programa pues tiro la selva, los árboles me sirven para mi casa o para vender la madera o para lo que sea y cuando venga el nuevo programa vuelvo a sembrar’”, precisa Sergio López Mendoza, profesor de ecología y conservación de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas.
‘Sembrando Vida’ paga actualmente a cerca de 420 mil agricultores una suma de 4 mil 500 pesos al mes por plantar árboles, según el Gobierno.