El opositor ruso Alexéi Navalni sitúa a Vladímir Putin en la cúspide de un engranaje estatal que ejecuta a disidentes políticos.
“No tengo ninguna duda de que Putin ordenó envenenarme”, asegura en una entrevista. Desde que el cuerpo de este abogado de 44 años colapsó el pasado 20 de agosto durante un vuelo entre Siberia y Moscú a consecuencia del novichok, un agente nervioso concebido por la Unión Soviética en los años setenta y ochenta, Navalni ha culpado al presidente ruso de su frustrado envenenamiento.
Su caso, el de un hombre revolviéndose entre gritos en un avión tras entrar en contacto con una misteriosa sustancia, ha desatado una tormenta diplomática contra Moscú.
Pese a que el Kremlin rechaza las acusaciones y presenta a este azote de las élites y la corrupción en Rusia como un agente de la CIA, la Unión Europea ha cerrado filas y ha impuesto sanciones al círculo cercano de Putin tras el envenenamiento.
Tres meses después de abandonar el hospital Charité de Berlín, donde se debatió durante más de un mes entre la vida y la muerte, Navalni concede su primera entrevista a un medio en español.
Información vía: El País