La Fiscalía del Distrito Sur de Georgia informó este viernes que agentes federales detuvieron a más de 475 inmigrantes sin estatus legal, en su mayoría originarios de República de Corea, tras ejecutar una orden de cateo en una fábrica de baterías de Hyundai en el estado de Georgia, Estados Unidos.
Según el boletín oficial, durante la operación realizada el jueves, autoridades federales, estatales y locales identificaron a cientos de trabajadores indocumentados en el complejo industrial.
La fiscal Margaret Heap explicó que el propósito de este operativo es combatir el empleo ilegal, evitar que empresas obtengan una ventaja competitiva desleal y proteger a los trabajadores de la explotación laboral.
Por su parte, Steven Schrank, agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional en Georgia y Alabama, señaló en conferencia de prensa que los detenidos “se encontraban de manera ilegal en Estados Unidos o en violación de su estatus migratorio”, desempeñando trabajos a través de diversos mecanismos de entrada al país.
La investigación llevaba varios meses y reveló la existencia de una red de subcontratistas, por lo que los migrantes trabajaban para múltiples compañías dentro de las instalaciones.
De acuerdo con NPR, la redada se llevó a cabo en un sitio de 1,214 hectáreas al oeste de Savannah, Georgia.
La BBC destacó que este operativo podría generar tensiones entre las dos principales prioridades del presidente Donald Trump: fortalecer la manufactura nacional y combatir la inmigración ilegal, además de afectar la relación con Corea del Sur, un aliado clave de Washington.









