Se registraron 52 personas fallecidas y 5 desaparecidas, además de 51.688 familias damnificadas o afectadas por las constantes lluvias que han azotado Bolivia desde noviembre pasado hasta la fecha, informó el Gobierno del país andino.
El ministro de Defensa boliviano, Edmundo Novillo, manifestó que las intensas lluvias causaron diversas emergencias en el país, entre inundaciones, deslizamientos, mazamorras y otros que dejaron 911 viviendas totalmente destruidas, además de 52 fallecidos, cinco personas desaparecidas.
«Se tienen 51.668 familias afectadas, este reporte es un resumen actualizado, con los datos a nivel nacional», declaró a los medios estatales.
El Gobierno, a través del Ministerio de Planificación del Desarrollo, gestiona recursos ante organismos internacionales para encarar un plan de reconstrucción y rehabilitación de las zonas afectadas por desastres en La Paz y el resto del país, añadió.
En medio de esta emergencia, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, ha mantenido en alerta roja a los departamentos de La Paz (oeste) y Pando (norte) debido al riesgo inminente de desbordamiento de ríos y cuencas.
Esta situación ha generado una movilización inmediata por parte de las autoridades, con el Comando Conjunto activando medidas de respuesta para hacer frente a la crisis.
Sin embargo, pese a los esfuerzos coordinados, las intensas lluvias continúan desencadenando emergencias en los nueve departamentos bolivianos. La región de La Paz se posiciona como la más afectada, seguida de cerca por Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este).
La época de lluvias en el país sudamericano suele iniciarse en noviembre y se extiende hasta marzo, con mayor intensidad en enero y febrero.