Los servicios públicos de atención médica en la capital del país tienen muchas deficiencias que enfrentar, pero mejoraron desde diciembre de 2018. La pandemia de COVID-19 complicó la situación del sistema de salud capitalino y pese a ello, la organización y esfuerzo de las instituciones logró evitar la saturación de hospitales, sobrellevar el pico de infectados y prepararlo para un eventual repunte de contagios, dijo en entrevista la doctora Oliva López Arellano, titular de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa).
Para López Arellano, hablar de la capital del país es referirse a un lugar complejo lleno de contrastes. Una ciudad heterogénea en que la vanguardia, las inequidades sanitarias y las desigualdades sociales conviven; y un reto en términos administrativos que implica atender a más de nueve millones de residentes, además de los pacientes de la Zona Metropolitana del Valle de México.
En términos de salud, la funcionaria pública explicó que cuando ella y su equipo de trabajo llegaron a la Sedesa en 2018, se encontraron con una dependencia debilitada que han logrado fortalecer en poco más de año y medio de trabajo. Aunque la labor de renovación y mejora es enorme y complicada, la Secretaria capitalina de Salud reconoció que trabajar en la Ciudad de México tiene beneficios por la alta concentración de recursos públicos y privados, que hacen que la capital del país tenga “mayores condiciones de disponibilidad de servicios de salud que otras entidades federativos”.
La información oficial indica que la red de hospitales y centros de salud de la Sedesa incluye 32 hospitales y 230 centros de salud, así como “una serie de unidades ambulatorias que atienden padecimientos específicos” con personal capacitado para tratar problemas sanitarios y ejercer labores de vigilancia epidemiológica.
–¿Qué nos dice el manejo de la COVID-19 acerca de los servicios de salud y de la infraestructura sanitaria en la capital del país?
–Que estamos preparados, porque como ustedes saben, se ha venido desplegando un conjunto de estrategias desde una perspectiva integral de atender los casos graves, brindar una cama de hospitalización a quien lo requiera, pero simultáneamente también monitorear en territorio, a través de telemedicina, […] los casos ambulatorios que permanecen en domicilio. También se ha intensificado todo el trabajo en las colonias de acción prioritaria, que en éste momento son 158. Además, se está fortaleciendo la atención temprana, sobre todo para evitar cuadros muy graves en personas que tienen comorbilidades, o que tienen alguna condición de riesgo.
Todo esto permitió que durante el primer pico de la pandemia, que fue a mediados de mayo, no colapsara el sistema hospitalario. Tuvimos espacio para todas las personas que requirieron hospitalizarse, porque el sistema hospitalario funcionó como un sistema unificado, independientemente de la condición de aseguramiento de las personas. […] Eso hay que mantenerlo y eso nos permite estar preparados para un segundo momento.
Información vía: Sin Embargo