La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, descartó que exista una ruptura comercial con Perú y precisó que el conflicto entre ambos países se mantiene únicamente en el terreno diplomático, luego de que el gobierno peruano anunciara la suspensión de relaciones diplomáticas por el asilo político otorgado a la ex primera ministra Betssy Chávez en la embajada mexicana en Lima.

Durante su conferencia matutina, la mandataria explicó que la relación comercial sigue vigente, al igual que los vínculos consulares. Aclaró que México solo rompió relaciones totales con Ecuador, tras la invasión a la embajada mexicana en Quito, pero que en el caso de Perú se trata de una situación distinta.

“Lo que hicimos entonces, y lo defendemos ahora, fue un acto justo. La detención de Pedro Castillo fue política y refleja un tema de discriminación dentro de la política peruana”, afirmó Sheinbaum. Detalló que la embajada mexicana en Perú evaluó y aprobó la solicitud de asilo presentada por Betssy Chávez, de acuerdo con las normas internacionales.

Sheinbaum consideró desproporcionada la decisión del presidente peruano de romper relaciones diplomáticas con México, aunque precisó que la comunicación consular se mantiene activa. “Vamos a esperar la notificación formal, porque por ahora solo conocemos la decisión por declaraciones públicas”, añadió.

En la misma conferencia, el subsecretario para América del Norte, Roberto Velasco, recordó que, según la Convención de Caracas de 1954, el Estado asilante —en este caso México— es el único facultado para determinar si una persona es objeto de persecución política. Citó además el artículo 11 de la Constitución mexicana, que reconoce el derecho al asilo conforme a los tratados internacionales.

Velasco explicó que Chávez denunció violaciones a sus derechos procesales y una persecución política, lo que justificó la decisión mexicana de otorgarle protección. Además, recordó que una resolución de la Asamblea General de la ONU de 1967 establece que el otorgamiento de asilo político no debe considerarse un acto inamistoso, por lo que México rechaza que su acción sea vista como una provocación.

Por su parte, la subsecretaria para América Latina, Raquel Serur, reiteró que México mantiene su tradición humanitaria de ofrecer asilo a personas perseguidas por razones políticas. “Solo el Estado asilante puede decidir si existe persecución política o no. Los gobiernos que persiguen a alguien por razones políticas suelen disfrazar los cargos como delitos comunes”, explicó.

Las autoridades mexicanas subrayaron que, aunque las relaciones diplomáticas con Perú quedan suspendidas, los vínculos consulares continuarán para atender a los ciudadanos de ambos países. México, insistieron, mantendrá su posición de respeto al derecho internacional y su política exterior basada en el humanismo y la defensa del asilo político.