La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el gobierno de Estados Unidos no ha presentado pruebas contundentes para sustentar las acusaciones de lavado de dinero contra tres instituciones financieras mexicanas: CIBanco, Intercam y la casa de bolsa Vector.

Los señalamientos fueron emitidos el pasado miércoles por el Departamento del Tesoro de EE. UU., a través de la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), alegando presuntas operaciones con grupos criminales, especialmente en relación con el tráfico de opioides.

Durante su conferencia de prensa matutina de este jueves, Sheinbaum explicó que la Secretaría de Hacienda y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) recibieron hace semanas un informe confidencial del Departamento del Tesoro. Sin embargo, aseguró que la información era general, sin detalles ni pruebas sólidas que sustenten las acusaciones.

La presidenta detalló que los reportes estadounidenses hacen referencia a transferencias bancarias entre empresas mexicanas y empresas chinas legalmente constituidas, lo cual, aseguró, no constituye evidencia de lavado de dinero. “Son transferencias habituales dentro del comercio bilateral entre México y China, que en 2024 alcanzó los 139 mil millones de dólares”, afirmó.

Ante la falta de pruebas, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) inició una investigación que identificó únicamente faltas administrativas en las instituciones señaladas, mismas que ya fueron sancionadas. La UIF también revisó a las empresas chinas involucradas y concluyó que mantienen relaciones comerciales legítimas con alrededor de 300 empresas mexicanas.

Sheinbaum subrayó que su gobierno actuará si existen pruebas reales, pero no con base en suposiciones. “Ni lo negamos ni lo aceptamos. Si hay pruebas, se actúa, incluso penalmente; si no, no podemos proceder”, dijo. También recordó el caso del general Salvador Cienfuegos, detenido por Estados Unidos sin evidencia, y que fue liberado tras comprobarse la falta de pruebas.

La mandataria fue enfática al exigir respeto a la soberanía mexicana. “Colaboramos, pero no nos subordinamos. A México se le respeta. No somos piñata de nadie”, declaró.

Finalmente, reiteró que su gobierno seguirá exigiendo al Departamento del Tesoro que entregue pruebas concretas. “Si las tienen, que las envíen. Si no, no hay razón para asumir culpabilidad”.