Los ojos del mundo se posaron sobre Turquía, Siria, Líbano, Chipre e Irak cuando un terremoto de 7.8 grados cimbró la tierra en una de las peores catástrofes vividas en aquella zona. Apenas una semana antes de la tragedia, la mexicana Sofía Álvarez fue presentada como nueva jugadora del club turco Besiktas Femenil.
Para fortuna de la mexicana, el distrito de Besiktas, una localidad ubicada al interior de Estambul, se ubica a poco más de 600 kilómetros de la zona afectada, pero no por ello la joven futbolista es ajena a la dura realidad que vive en Turquía.
Esto es muy duro, no te miento. Todos están muy tristes, me ha tocado ir al club a entrenar y se siente el ambiente de tristeza por todo lo que está pasando. Cuando pasó todo fue de noche, en la madrugada me desperté por una llamada de mi mamá preguntándome si estaba bien, ella fue la que me dijo lo que había pasado”, mencionó Sofía en entrevista con Excélsior.
Inmediatamente muchas de mis compañeras empezaron a subir a sus redes sociales todo lo que estaba pasando, ellas escribieron en turco los nombres de gente que estaban buscando, números donde se podían hacer donaciones y cosas así. Supe que un par de compañeras mías tenían conocidos ahí, no era la familia directora, pero está muy dura la situación”, agregó.
Tras lo ocurrido, el club decidió parar unos días los entrenamientos y fue hasta este jueves cuando reanudaron la actividad futbolística, pero el verdadero trabajo, la labor de acopio y ayuda humanitaria jamás cesó.
Jugamos el domingo, esto pasó el domingo en la noche, paramos de entrenar lunes, martes y miércoles, apenas regresamos este jueves. Hasta ahora sabemos que la liga se va a reanudar hasta el 24 de febrero”, mencionó.
El Vodafone Park, casa del Besiktas en la Superliga de Turquía, se ha convertido en un centro de acopio en dónde los jugadores de todas las categorías y géneros se han reunido para recibir donaciones, no solo de los seguidores a las águilas negras, sino también los fanáticos de su acérrimo rival en el terreno de juego, el Galatasaray. Hoy quedaron de lado las diferencias en la cancha, sin importar los colores, Turquía está unido.
Me tocó ir al estadio, pusieron en el grupo una invitación a los que quisieran ir a ayudar, nos dijeron que éramos bienvenidos. Fui y estuve ahí algunas horas, empaqué ropa para bebés, mujeres y hombres en cajas, después las sellamos. Salieron varios camiones para allá. El Besiktas está ayudando al 100%, lo han estado haciendo toda la semana”, comentó.
Aquí en Estambul está el Galatasaray, ha llegado gente que viste la camiseta del Galatasaray, no importa nada, la rivalidad no importa. Lo único que importa es que la gente esté bien, como en México cuándo pasó lo del 2017, todo el mundo junto”, añadió.
Sofía, comenzó su carrera profesional a los 18 años con Querétaro, después de un breve paso por el futbol español con el Valencia, despertó el interés del Besiktas. El equipo turco ha sido su casa apenas por un par de semanas y en este corto periodo ya ha formado lazos irrompibles con sus compañeras quienes también buscan brindar apoyo, aún a kilómetros de distancia, a aquellos que lo han perdido todo, menos la esperanza.
En cuanto a sus aspiraciones, ‘Sofi’ sueña con jugar la Champions League y pronto recibir un llamado de la Selección Mexicana.
Me he sentido bastante bien, llevo dos semanas y apenas tuve mi primer partido de 90 minutos. El Besiktas está para muchas cosas, buscan ser campeonas otra vez y si eres campeón tienes el pase directo a Champions League. Te lo imaginas en tus sueños, jugar la Champions y ahora estoy cerca de hacerlo.
Me gusta mucho que el profe Pedro está apostando por otras jugadoras, eso me da ilusión y confianza en qué tal vez me pueda ver y preguntar ‘¿Ella de dónde salió? ¿Cómo juega?’ obviamente me encantaría ir a selección en cualquier momento, sería espectacular”, finalizó.
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