Si uno es un indigente en busca de un refugio temporario en la capital de Hawai, puede esperar una visita de un perro policía robot, capaz de escanear su ojo para asegurarse de que no tiene fiebre.
Es uno de los usos que las fuerzas de seguridad dan a Spot, el ejemplar más conocido de una nueva categoría comercial de robots que trotan por la ciudad con la agilidad de un animal.
Los policías que trabajan de manera experimental con las máquinas de cuatro patas dicen que son una herramienta más, como los drones y los robots con ruedas, para impedir que los socorristas de emergencias corran peligro, pero los defensores de la privacidad advierten que la policía se apresura en secreto a comprar los robots sin instalar salvaguardas contra su uso agresivo, invasivo o deshumanizante.
En Honolulu, el departamento de policía gastó unos 150.000 dólares de fondos federales contra el coronavirus para comprar a Spot, fabricado por la firma de robótica Boston Dynamics, a fin de usarlo en un campamento de carpas del gobierno cerca del aeropuerto.
Por tratarse de gente sin techo, creen que está bien hacerlo», dijo Jongwook Kim, director legal de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) en Hawai.
En algún momento volverá a salir para otros fines cuando termine la pandemia».
El teniente Joseph O’Neal, de la división de relaciones con la comunidad de la policía de Honolulu, defendió el uso del robot en una demostración para la prensa. Dijo que protege a los agentes, el personal de los refugios y a los propios residentes al tomar las temperaturas en un refugio donde los indigentes pueden estar en cuarentena y recibir el test de COVID-19. También se utiliza para entrevistar en forma remota a individuos que han dado positivo.
Ni una sola persona nos ha dicho ‘eso me asusta, eso me preocupa’, alegó O’Neal.
No salimos a escanear arbitrariamente a la gente».
El uso policial de esos perros robot sigue siendo inusual y no probado anteriormente, por lo que no todos están de acuerdo. Las autoridades de Honolulu enfrentaron protestas cuando un medio noticioso local, Honolulu Civil Beat, reveló que Spot fue adquirido con fondos federales que eran para la pandemia.