El Gobierno de México rechazó la decisión del Congreso de Perú de declarar persona non grata a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y aseguró que no ha intervenido en los asuntos internos de ese país.

A través de un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó que la medida adoptada por el Legislativo peruano “se basa en planteamientos falsos” y reiteró que México mantiene su compromiso con los principios de no intervención y respeto a la soberanía.

“México no ha intervenido en modo alguno en los asuntos internos del Perú, fiel a sus principios normativos de política exterior y a su sólida tradición diplomática”, señaló la dependencia encabezada por el canciller Juan Ramón de la Fuente.

La cancillería mexicana explicó que la concesión de asilo político a la ex primera ministra Betssy Chávez Chino se realizó en estricto apego al derecho internacional, el cual es vinculante tanto para México como para Perú. Además, recordó que la Asamblea General de la ONU considera el asilo político como un acto pacífico y humanitario, que no puede interpretarse como hostil por ningún otro Estado.

La decisión del Congreso peruano ocurre en medio de la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países, derivada precisamente del asilo otorgado a Chávez, cercana al expresidente Pedro Castillo, quien fue destituido en 2022.

En fechas recientes, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró su solidaridad con Pedro Castillo, a quien calificó como víctima de un golpe de Estado, y pidió que se le otorgue un juicio justo. “Nuestra solidaridad siempre con él, y pues creo que fue por unanimidad la destitución (de Boluarte), pero nuestra insistencia en que se libere a Castillo y que tenga un juicio justo”, declaró el pasado 10 de octubre.

Asimismo, Sheinbaum lamentó la ruptura de relaciones diplomáticas con Perú y destacó que México siempre ha privilegiado el diálogo y la solución pacífica de las controversias, en respeto al derecho internacional. “Lamentamos y rechazamos una medida tan extrema como el rompimiento de relaciones, que solo va en detrimento de las personas”, expresó.

La mandataria recordó que el único antecedente reciente de una ruptura similar ocurrió con Ecuador, luego de la irrupción de fuerzas policiales en la embajada mexicana en Quito, hecho que calificó como una violación al derecho internacional.

Finalmente, subrayó que la situación con Perú es distinta, pues responde a un desacuerdo político derivado de la destitución de Castillo y no a una acción hostil del Gobierno mexicano.