La ciudad de La Paz, sede del Gobierno de Bolivia, amaneció paralizada el miércoles debido a una huelga general de 24 horas convocada por los sindicatos de transportistas, quienes exigen una solución inmediata al desabastecimiento de combustibles y la nivelación de tarifas de transporte.
Los bloqueos de calles, realizados por los choferes con sus vehículos, afectaron más de 50 puntos estratégicos, generando caos en la circulación y paralizando el transporte público. Esto obligó a los ciudadanos a desplazarse a pie o a utilizar al servicio de teleférico, donde se formaron largas filas.
El dirigente del transporte paceño, Limbert Tancara, advirtió que los precios de los pasajes podrían aumentar si las autoridades municipales y nacionales no los convocan a un diálogo inmediato.
«Un día hacemos fila, otro trabajamos, es decir, trabajamos el 50 por ciento en la semana, no se puede. Lamentablemente estamos perjudicados, sin combustible no se puede trabajar. Preferimos hacer un paro a estar parados en las estaciones de servicio sin trabajar», dijo Tancara.
Por su parte, el Gobierno, a través de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), informó el martes que la situación del combustible está en proceso de normalización tras el ingreso de cisternas provenientes de Arica, Chile, a través de rutas alternas.
No obstante, los transportistas aseguran que las estaciones de servicio solo ofrecen gasolina ultra premium, significativamente más cara que la gasolina especial, y denuncian que deben esperar hasta seis horas para abastecerse.
El «bloqueo de mil esquinas», como lo han denominado los sindicatos de transportistas, ha dejado a La Paz prácticamente incomunicada.
La Policía desplegó unidades antimotines para intentar abrir las principales vías, pero la tensión en las calles sigue siendo alta. Videos difundidos en redes sociales muestran enfrentamientos entre manifestantes y automovilistas que intentan sortear los bloqueos.
Las manifestaciones de los choferes se enmarcan en un contexto de creciente conflictividad social en Bolivia. A la protesta de los transportistas se suman las movilizaciones de otros sectores, como carniceros y comerciantes, que también demandan soluciones ante a la escasez de dólares, la falta de combustibles y el aumento del costo de vida.
La situación también se agrava debido a los 12 días de bloqueos de carreteras liderados por simpatizantes del expresidente Evo Morales, lo que ha contribuido al desabastecimiento de productos básicos.