El streamer colombiano Westcol anunció su retiro del boxeo tras sufrir una lesión grave en el hombro derecho durante su combate con el cantante mexicano Mario Bautista, en el evento Supernova Strikers celebrado en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México.
La lesión se produjo en el segundo asalto, cuando Bautista conectó un golpe contundente que derribó a Westcol. Aunque el colombiano se reincorporó, mostró señales de dolor intenso y agotamiento, lo que obligó a la intervención del equipo médico una vez finalizado el combate.
Los primeros diagnósticos confirmaron una dislocación severa en el hombro derecho. A pesar de los intentos por estabilizar la articulación, fue necesario trasladar al streamer en ambulancia a un hospital cercano, donde más tarde se confirmó que requerirá cirugía de emergencia.
Desde la camilla del hospital, Westcol compartió videos con sus seguidores en redes sociales, mostrando visibles signos de dolor y una inmovilización parcial del brazo. En una conversación con su médico, difundida también en redes, se informó que, incluso con una intervención quirúrgica exitosa, no podrá volver a boxear debido al daño estructural.
“Ya no podré volver a boxear, aunque me opere”, escribió el creador de contenido, lamentando el desenlace pero agradeciendo el apoyo recibido por parte de sus fans y colegas digitales. La noticia provocó una oleada de mensajes de aliento en redes sociales, en donde muchos destacaron su valentía y esfuerzo frente a un rival con mejor preparación.
Previo a la pelea, Westcol había asegurado que Mario Bautista no era un oponente que pudiera vencerlo, sin embargo, el combate evidenció una diferencia notable en condición física. Bautista se proclamó campeón del enfrentamiento, recibiendo felicitaciones de sus allegados sobre el ring.
El incidente ha reabierto el debate sobre la participación de celebridades sin formación profesional en eventos de contacto físico, que si bien tienen un componente de espectáculo, también conllevan riesgos reales para la salud. Supernova Strikers, aunque concebido como un show, dejó ver los límites entre entretenimiento y peligro.