Xilacina: la “droga zombi” que avanza en México y América Latina

Causa efectos como sedación, desorientación, euforia y sequedad bucal. Puede reducir la frecuencia respiratoria y cardíaca a niveles peligrosamente bajos

La xilacina, conocida como la “droga zombi”, ha comenzado a propagarse de forma alarmante por varios países de América Latina, incluida México. Así lo advierte el Programa Global de Monitoreo de Drogas Sintéticas (SMART) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en su más reciente informe sobre nuevas sustancias psicoactivas.

En México, este sedante no opioide, originalmente diseñado para uso veterinario, ha sido detectado en mezclas con fentanilo y heroína. Un estudio reciente realizado por la Secretaría de Salud y el Observatorio Mexicano de Salud Mental y Adicciones reveló que, en Tijuana y Mexicali, 61 de 300 muestras de fentanilo y/o heroína contenían xilacina.

Además de México, también se han confirmado reportes de presencia de xilacina en Argentina, Chile, Colombia y Costa Rica. Estos países han emitido alertas sanitarias debido al riesgo del policonsumo con otras drogas depresoras, como opioides o alcohol, lo que puede provocar desde sobredosis hasta paro cardiaco.

La xilacina causa efectos como sedación, desorientación, euforia y sequedad bucal. Puede reducir la frecuencia respiratoria y cardíaca a niveles peligrosamente bajos. Su uso combinado con otras sustancias representa un grave riesgo para la salud pública.

Originalmente empleada como relajante muscular en animales, la xilacina comenzó a consumirse de forma no médica en zonas rurales de Puerto Rico a principios de los años 2000, y posteriormente llegó a Estados Unidos. Hoy, su presencia en el mercado ilícito de América Latina va en aumento, vendida bajo nombres como tranq, tranq dope, anestesia de caballo, sleep-cut o zombi.

En Chile, el Instituto de Salud Pública ha identificado xilacina combinada con hasta ocho sustancias diferentes. En Colombia, se ha hallado en muestras de “tusi” junto con ketamina, éxtasis, metanfetamina y cafeína. En Argentina, incluso ha sido detectada en papeles secantes mezclada con 5-MeO-MiPT, cocaína y otras drogas.

Esto significa que muchas personas podrían estar consumiéndola sin saberlo, ya que se disfraza en productos vendidos bajo otros nombres. El informe subraya que esta tendencia requiere una respuesta urgente de los sistemas de salud, autoridades y legisladores.

El documento de la UNODC también hace un llamado a reforzar los sistemas de alerta temprana y el acceso a tratamientos eficaces para salvar vidas. Asimismo, alerta sobre la medetomidina, un sedante veterinario aún más potente que ha comenzado a circular en mercados de Norteamérica.

La xilacina no se detecta con los exámenes de orina tradicionales. Por ello, se recomienda a los laboratorios forenses desarrollar métodos más avanzados de análisis, como cromatografía de gases o líquida acoplada a espectrometría de masas, para una identificación efectiva de esta sustancia.

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