El distanciamiento entre el rock mexicano y el gobierno de la Cuarta Transformación se hace cada vez más evidente. Íconos del género como Rubén Albarrán, Paco Ayala, Alex Lora y Saúl Hernández han manifestado públicamente su desencanto con el proyecto político impulsado por Andrés Manuel López Obrador y continuado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
La inconformidad tomó fuerza en octubre, cuando durante un concierto en el Palacio de los Deportes, el bajista Micky Huidobro, de Molotov, expresó su rechazo directo hacia el movimiento oficialista. “Éramos un país bien chingón. Ni estamos alineados a cualquier Cuarta Transformación. ¡Que chinguen a su madre!”, exclamó ante miles de asistentes, en un mensaje que desató críticas y reacciones, incluyendo la del hijo del expresidente, José Ramón López Beltrán.
La respuesta llegó desde las redes sociales. Paco Ayala, también integrante de Molotov, escribió en X: “¡Ya vi que nos escribió el panzón millonario! Jaja, de mega fan a chairo idiota. Todos los políticos absolutamente todos valen ver**, pero tu papá más que todos juntos”. Su comentario reavivó el debate sobre la relación del rock mexicano con el poder político.
Por su parte, Rubén Albarrán, vocalista de Café Tacvba, también ha tomado distancia de Morena. El músico fue una de las voces más visibles contra la construcción del Tren Maya, proyecto emblema de López Obrador, por su impacto ambiental. En una charla con el podcaster Javier Paniagua, Albarrán recalcó que no simpatiza con ningún partido:
“Jamás voy a ser partidista. A la clase política la tengo aparte, siempre con desconfianza. PRI, PAN, Morena, cualquier organización de ese tipo, no les creo absolutamente nada.”
El intérprete también advirtió sobre una crisis social y política profunda: “Nos tenemos que organizar porque esto ya se cayó. Es pura ilusión pensar que no, pero estamos en una crisis civilizatoria”.
Otras leyendas del rock nacional comparten esa visión crítica. Alex Lora, líder de El Tri, ha lanzado constantes mensajes contra el gobierno federal en sus presentaciones. En pleno escenario, ha modificado letras de sus canciones para insultar al “pinche gobierno”, y durante la pandemia cuestionó las decisiones sanitarias de la administración: “Esta temporadita, cuando la ‘cuarenterna’, mi domadora y yo lo que estuvimos haciendo fue ver una serie… la serie de pendeja*** que hace nuestro querido gobierno”.
A finales de 2024, Saúl Hernández, vocalista de Caifanes, también levantó la voz contra el Tren Maya tras un reportaje de Proceso que denunció la contratación de empresas privadas para eliminar fauna silvestre en las zonas de construcción.
“¡No mamen, punto! Pueden estar a favor o en contra del Tren Maya, eso no importa, pero que estén contratando gente para matar fauna está cabrón. Esto tiene que ver con sentido común y con cuidar nuestra naturaleza”, expresó durante un concierto.
El creciente desmarque de figuras del rock mexicano refleja un malestar social más amplio y un desencanto con el rumbo político del país. Estas manifestaciones ocurren en medio de una crisis de seguridad agravada por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y mientras colectivos juveniles preparan una marcha nacional el 15 de noviembre para exigir la revocación de mandato de la presidenta Claudia Sheinbaum.









